viernes, enero 29, 2010

¡DRAGONES, DRAGONES Y MÁS DRAGONES!

Los Reyes Magos me han traído (de la mano de Edu) un magnífico regalo: “El gran libro del dragón” (Dac Editions 2000) del gran Gustavo -Ciruelo- Cabral. Y no sólo eso, es que me lo ha dedicado, y con cariño J, y encima ¡¡¡me ha dibujado una orgullosa testa del mayor de los animales JJJ!!! A todo esto he de unir la envidia y la admiración de mi señor padre que ya me lo ha pedido reiteradamente para verlo bien y disfrutarlo mejor.


Las ilustraciones y el texto son de Ciruelo y la verdad es que hay un conflicto oculto: o te extasías con las ilustraciones o te enganchas con las explicaciones. Así que, cuando lo cojo, estoy un buen rato fuera de este mundo.


Está dividido básicamente en dos partes: las características de los dragones y las leyendas en las que son protagonistas. La primera parte nos muestra su psicología, su morfología corporal, los colores característicos, sus aficiones como la música o la poesía, dónde viven, su sociedad y jerarquía, la relación que mantienen con la Humanidad, su vida y las grandes familias en las que se dividen.


En cuanto a las leyendas, abarcan desde el mundo clásico (Las manzanas de oro; Jasón, Medea y el Dragón; El dragón de Ares), medievales (El príncipe Dragón, Jilocasín), españolas (El Cuelebre, La Vibria, El dragón de Montblanc) o rusas (El Gitano y el Dragón).


De las ilustraciones, no sabría cual escoger pues todas tienen fuerza y encanto: el grácil vuelo del dragón de la portada, la hermosa dragona roja, el rugido del gran dragón terrestre, la rabia de la figura central del dragón de fuego, la atención del dragón dorado o el orgulloso porte del dragón blanco. No se cual elegir: me quedo con todas.


¡Ah!, una cosa, ¿os había dicho que me lo ha dedicado?... es que me gusta comentarlo.


Como después del 1 viene el 2, ahora os comento otro libro dedicado a los dragones: “Dragones. Una historia ilustrada” del Dr. Karl Shuker (Editorial Taschen, 2006). Como todos los libros de esta editorial, está muy bien editado, con buena encuadernación, buen papel y sobre todo buenas fotografías de las distintas obras de arte, de todos los tiempos, que completan el texto.


Se inicia con un mapamundi donde se sitúan los dragones y luego tenemos ya el cuerpo del libro, en cinco capítulos. Cada capítulo trata de una variedad, raza o monstruos que se pueden equiparar a los dragones. Así en “Dragones serpientes” nos presenta dragones asociados a ríos o lagos como Jormungarder, la serpiente de Midgard, vencida y vencedora de Thor. O Leviatán creado por dios el quinto día de la creación. Su fiereza queda plasmada en una hermosa acuarela de Arthur Rackham.


En “Semidragones” destacamos la leyenda sueca de "La novia del rey Lindorm", una tierna historia de amor que contrasta con la terrible historia de Sigfrido. En “Dragones clásicos”, la leyenda de San Jorge y el Dragón está magníficamente representada por Vittore Carpaccio en un cuadro que data sobre el año 1502.


Más exótica es la leyenda que nos llega de Australia con la historia del bunyip en la que nos cuenta el origen de los cisnes negros por la acción de una enfadada madre bunyip.


De “Dragones del cielo” destacamos a Quetzalcoatl, la serpiente emplumada de México, los dragones de China o Japón con características muy diferentes a los dragones occidentales que están representados por un delicado grabado de Kunisada de un dragón blanco.


Por último en “Neodragones” se hace una recopilación de seres fantásticos que no son propiamente dragones pero, por sus acciones, fiereza y luchas con los hombres, bien merecen estar junto a ellos, como la tarasca o la hidra. La tarasca es una historia de la Francia medieval en la que Santa Marta libera a los habitantes de Nerlu de un temible monstruo. Este pueblo es el Tarascón actual, Santa Marta es su patrona y se recuerda la leyenda en el festival de Pentecostés. En el libro hay una curiosa fotografía del año 1905 donde el dragón es llevado por hombres y conducido por una niña que simboliza a Santa Marta. Tiene el encanto de las primeras fotografía y la gracia de las fiestas tradicionales.


La hidra es un animal fabuloso de la mitología griega al que venció Hércules (Heracles) con valentía y astucia. Un broche modernista acompaña esta descripción e impone un poco por el realismo de las cabezas de serpiente.


El libro se cierra con una breve anotación para el futuro: la figura del dragón no decae, aumenta su popularidad y sí que tiene un lugar en la sociedad moderna, concluyendo con un espectacular cartel propagandístico de unos neumáticos de moto Pirelli.


Aquí tenéis un libro que os gustará por sus explicaciones, su amenidad y rigurosidad y belleza artística. Encontraréis artistas y obras de todos los tiempos: clásicos, medievales, actuales. Representaciones en cuadros, tapices, grabados o esculturas. Podréis hacer un seguimiento de la evolución del dragón tanto como leyenda como en su representación.


Y como no hay dos sin tres, ahora os presento este nuevo librito. Está dedicado a los peques de la casa y me parece ideal para irles enseñando cosas de este mítico animal, sin miedos y de una forma muy graciosa y divertida. Es “El increíble mundo de los Dragones” de la Editorial Susaeta con ilustraciones de Juan López Ramón, cubierta de Jordi Busquets y diseño y textos de Marcela Grez y el Equipo Susaeta.


Empezamos con la boda de dragones, ella de la emoción se pone de color ¡rosa! Después del fiestorro se van de luna de miel. Forman una gran familia y los dragoncitos juegan y duermen pero también aprenden. Son muy comilones y, a pesar de lanzar llamas, comen melón y sandía. Son muy limpitos y se lavan los dientes y cuando se bañan les gusta frotarse la espalda. Llega la noche y es hora de dormir y descansar pues mañana hay partido de fútbol y hay que estar fuertes. Las vacaciones han llegado y unos piensan ir al mar y otros a la nieve. Les gustan mucho las fiestas y en Carnaval todos se disfrazan: vaqueros, payasos, pilotos o piratas. Hay muchas clases de dragones: perezosos, espabilados, elegantes, juguetones, feroces o cariñosos. Y por supuesto hay dragones de cuento. “Por eso es mejor creer en dragones de los buenos, como acabas de leer”.


Es un simpático librito, escrito en sencillas rimas que gustará por su musicalidad y por sus graciosos dibujos. Y no os avergoncéis de reconocer que también a vosotros, a mí, nos ha gustado.


Con estas tres perlas sí que nos podemos hacer un buen broche. ¡Ah por cierto!, ¿ya sabéis que tengo dedicado el libro de Ciruelo? No, por si no os habíais enterado J. Saludos y hasta pronto J.

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