viernes, junio 24, 2011

RECOMENDACIONES DE LITERATURA INFANTIL/JUVENIL PARA LEER ESTE VERANO DE 2011

Había llegado el verano. Por fin se habían terminado las clases, por fin se habían acabado las angustias de estudiar lecciones y hacer deberes y ya comenzábamos los más pequeños a sufrir por el exceso de libertad que teníamos por delante como solo el atribulado rostro del Felipe de Mafalda era capaz de expresar. No vivir esclavos del reloj y de los horarios significaba poder hacerlo todo, hacerlo todo a la vez, no hacer nada o hacer solo lo que quisiéramos y cuando quisiéramos, para finalmente acabar desaprovechando un tiempo de oro que avanzaba inexorable hacia septiembre sin haber hecho absolutamente nada de lo que habíamos pensado hacer. Recuerdo siempre estas fechas porque eran las de los buenos propósitos, distintos según la edad, el de hacer cosas especiales que convirtieran aquel largo verano -al menos en apariencia- en algo realmente especial. Aquellas vanas esperanzas, que pocas veces cumplían las expectativas que habíamos puesto en ellas, tenían siempre un denominador común: leer, lo más posible, de todo y a ser posible a todas horas, para disfrutar escapando, viajando, viviendo vidas e imaginando mundos que costaba abandonar para volver a la cruel realidad. Siempre pienso en ello cuando llegan estos días y curioseo en las secciones de literatura infantil y juvenil de las librerías. Pienso en el montón de posibilidades para elegir que tienen ahora los pequeños y jóvenes lectores, en lo que podría haber hecho con todo el tiempo del que dispuse entonces y con toda la oferta editorial de que disponen los niños de ahora, en cómo hubieran sido aquellos veranos y en cómo serían los de ahora, ya adulta, de tener el tiempo que desperdicié entonces.

Por lo pronto, este verano os propongo conocer a un pequeño extraterrestre que vive en la Tierra, estudiar para llegar a ser una gran y temible pirata, y revivir la terrorífica experiencia de releer un clásico de Julio Verne, que siempre estará entre mis favoritos.



Pupi en la playa
de María Menéndez-Ponte e ilustraciones de Javier Andrada
Ediciones SM
Colección El Barco de Vapor
PVP: 6,45 euros

La primera vez que lo vi fue en el dorso de la mano de mi sobrino Daniel a la salida de su clase de primero de primaria. Un Pupi de sonrisa amplia y dos antenas sobre la cabeza. ¿Quién es?, pregunté. Pupi, contestó Daniel, ¿no lo conoces? Es un extraterrestre que vivía en el planeta Azulón. Viajaba mucho por el espacio, para explorar y eso, pero un día su nave espacial se estrelló en el patio del colegio al que iban los que ahora son amigos, Bego y Blanca, que son gemelas, Rosy, Nachete y Coque. Le gustó tanto todo aquello que decidió quedarse y desde entonces tiene una mamá terrícola, Conchi, que es la conserje del cole. Pupi es un poco diferente a los demás niños, además tiene un botón en su barriguita que cambia de color según su estado de ánimo. Es naranja cuando está feliz, gris cuando está triste, rojo cuando está enfadado y morado cuando está asustado; es entonces cuando sus antenas comienzan a girar a gran velocidad y ocurren cosas increíbles. Pupi es muy listo. Ha aprendido muchas cosas sobre la vida cotidiana en la Tierra. Todo lo que para nosotros es normal y corriente, se convierte para él en un acontecimiento extraordinario, como cumplir años, jugar a los vaqueros o formar parte del club de los dinosaurios. Como aún se hace un lío con las palabras y no termina de entender lo que le dicen -“los terrícolas son muy tiquismiquis en cuestiones de lenguaje”- acaba armándola bien gorda, incluso en esta ocasión en que se va a la playa con las gemelas, muy contento de ver el mar que le recuerda a su planeta y dispuesto a ganar tantos “concursos” o “sincursos” como sus amigas.



Cofre de La Escuela de Piratas
de Steve Stevenson (alias de Mario Pasqualotto) e ilustraciones de Stefano Turconi
Pirueta Editorial
PVP: 39,80 euros

Los piratas nunca pasan de moda, y menos en estos tiempos. El cofre contiene las cuatro primeras historias de la serie, de la que ya se han publicado seis en nuestro país: El Acantilado de las Medusas, ¡Todo el mundo a bordo!, El terrible pirata Barba de Fuego y A la caza del tesoro. Cinco niños de cuatro orígenes distintos con un deseo común: convertirse en auténticos bucaneros. Los aprendices de piratas, Jim, el inglés, Antón, el francés, Ondina, la portuguesa, y los gemelos noruegos Babor y Estribor, acuden por primera vez a la Escuela de Piratas en el Acantilado de las Medusas. Acompañados por uno de los profesores, el capitán Hamaca, maestro de lucha, un barco lleva a los Lobitos de mar hasta una playa en la que son abandonados para superar la primera prueba: demostrar sus aptitudes y encontrar la escuela, ubicada en un recóndito rincón de la isla en la que les han desembarcado, antes de que se ponga el sol. Para ello cuentan únicamente con el contenido de un gran cofre -unos objetos a cual más extraño- y un consejo: nunca confiéis en la palabra de un auténtico pirata. Nada de trepar por las velas, tomar lecciones de navegación o asaltar con cañones naves enemigas. Para ser admitidos en la Escuela de Piratas deben desenvolverse por sus propios medios y ser capaces de orientarse en una inhóspita isla. Sólo si lo consiguen conocerán al resto de sus profesores: el capitán Shark, que enseña navegación, la capitana Vera Dolores, maestra de las Cintas Negras, la capitana Letisse Lutesse, maestra de esgrima, y el capitán Sorrento, maestro de cocina, al resto de sus compañeros y a los terribles enemigos a los que tendrán que enfrentarse. El escritor italiano Mario Pasqualotto -que utiliza además el seudónimo de Sir Steve Stevenson y antes se dedicaba a escribir guiones para juegos de rol- es también el autor de otra serie dirigida al público juvenil: Agatha Mistery, ambientada en este caso en las novelas de misterio, en la que la protagonista es una niña que quiere ser escritora de novelas de detectives. No estaría de más tenerla en cuenta, por si acaso.



El castillo de los Cárpatos
Julio Verne
Alba Editorial
Colección Alba Clásica
PVP: 22 euros

Mi primer libro de El castillo de los Cárpatos fue una edición de Bruguera del año 1981, de la colección Club Joven. Claro está que antes había leído la adaptación en formato tebeo aparecida en Joyas Literarias Juveniles -en muchas ocasiones el punto de partida para acometer la lectura de otras tantas novelas- de esta obra que Julio Verne publicó en una revista para jóvenes a lo largo del año 1892. Se trataba de captar la atención de los lectores y Verne lo consiguió verdaderamente, ya que, si bien no se sabe a ciencia cierta qué ocurre realmente en la fortaleza hasta bien entrada la novela, una no pierde nunca el interés por conocer qué terribles misterios esconde la propiedad del Barón Rodolfo de Gortz, a quien nadie ha visto en muchos años. Extraños sucesos han comenzado a producirse en el castillo de los Cárpatos, abandonado desde hace tiempo. El pastor Frik, con el anteojo que ha comprado al buhonero, ha visto salir humo de la torre del castillo. La noticia atemoriza a los supersticiosos vecinos de la aldea de Werst, pues circulan extrañas historias sobre el barón y el castillo de sus antepasados. Sin embargo, el joven guardabosques Nic Deck se ofrece voluntario para explorar la fortaleza y descubrir el porqué de los extraños rumores, de indicios que hacen creer en la presencia del diablo. El guardabosques no irá solo, llevará consigo al doctor Patak, otro escéptico como él, pero su escepticismo sufrirá un duro revés cuando quieran franquear las murallas y tengan que vérselas con fenómenos de difícil explicación. Una novela fantástica y romántica, que habla de supersticiones, miedos ancestrales, apariciones sobrenaturales, presencias diabólicas, psicofonías, espíritus prisioneros, locos melómanos -con rostros estáticos de una espantosa palidez- y excéntricos inventores, pero también de amores imposibles y desgraciados que llevan a la locura y a la muerte, cuya trama se desarrolla en un lugar cuya fama le precede: Transilvania. Y como suele ocurrir en las novelas de Verne, todo un alarde de maquinaria capaz de producir efectos fantasmagóricos con luces extrañas y sonidos espeluznantes, en un despliegue tecnológico de efectos sorprendentes para la época que se describe.

Disfrutad de las lecturas, y del verano, claro.

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