miércoles, diciembre 05, 2012

CRÓNICA: XV EXPOCÓMIC

Ya finalizó hace nada para Susana y para mí un nuevo Expocómic, en su decimoquinta edición, y con nueva ubicación por fuerza mayor, al ser comunicado tres semanas antes que no se podía realizar en el lugar donde se había celebrado los dos últimos años, el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, aduciendo desde el ayuntamiento de la capital motivos de seguridad a causa de los lamentables hechos acaecidos hace un mes en el Madrid Arena, en el pabellón situado justo al lado.

La puerta de entrada al Expocómic propiamente dicho

A pesar del cambio de ubicación, el nuevo recinto donde finalmente se pudo realizar una nueva edición del Expocómic, el Matadero Madrid, no ha sido para nada de mi desagrado y de los muchos de los allí presentes (siempre me han gustado este tipo de edificaciones de época industrial de finales del XIX), y aunque por la premura en el cambio de ubicación, todo hay que decirlo (y con esto rompo una lanza en favor de los organizadores que se lo curraron e hicieron todo lo que pudieron con los medios que tenían a su alcance y por el poco tiempo para prepararlo todo), y si en un futuro se determina continuar en este espacioso lugar, solo modificando y mejorando algunas cosas (que a buen seguro ya tendrán en mente y ya estarán pensando y trabajando en ello, con más tranquilidad y tiempo, cómo solucionar esos pequeños inconvenientes que fueron surgiendo), puede convertirse en un espacio ideal para delebrar un evento cultural de estas características y envergadura: utilizar, a ser posible, más de una nave (hay muchas de ellas, aunque sí que es verdad que muchas están aún pendientes de rehabilitación) para situar la zona comercial (hubieron momentos el sábado que era imposible transitar por ciertos lugares, como podía ser la zona donde estaba ubicado el stand de Norma Editorial que, a raíz de las sesiones de firmas que se organizaban en él, las largas colas que se formaban imposibilitaba deambular con normalidad por el recinto), ya que el aforo en algunos momentos del salón fue cubierto en su totalidad y no cabían más visitantes (medidas éstas de dejar entrar un mínimo de aficionados al recinto también impuestas desde el ayuntamiento por lo comentado al principio como el también registrar cada una de las mochilas a la entrada del mismo), formándose en exterior unas impresionantes colas que imposibilitaba durante un buen rato la entrada al edificio de los aficionados hasta que, poco a poco, otros aficionados fueran abandonando el mismo (este año en Angoulême, por ejemplo, también nos ocurrió lo mismo, por lo que tampoco es tan raro de ver en otros eventos comiqueros de este tipo... en estos casos, solo resta tener paciencia y esperar a que te toque tu turno). A simple vista, el Pabellón de Cristal, en esto parecía más espacioso, aunque a buen seguro este año hubiera estado también limitado el aforo en este recinto por los hechos acaecidos del Madrid Arena. Por lo tanto, los organizadores cumplieron con lo estipulado, como muy bien pudimos contemplar in situ, aunque las medidas puestas desde el ayuntamiento durante estas últimas semanas nos puedan parecer exageradas o no para muchos de nosotros.

 
En el concurridísimo stand de Norma Editorial el sábado por la tarde

También mejoraría la megafonía para avisar de la realización de las actividades a los aficionados, saber en qué momentos y donde se realizaban las mismas (aunque esto, estoy convencido, que más que descuido de la organización fue a causa del cambio de lugar a toda prisa, por lo que seguro que de haber tenido más tiempo para montarlo todo e ido con más calma, hubiera habido megafonía como todos los años). Otro año también, ganando en espacio el recinto, claro, concentrar en un mismo lugar las exposiciones que estaban un pelín dispersas (la de "José Ramón Larraz" o la del “Divino Cómic”, ubicada en la Casa del Lector, y que solo se podía visitar por la tarde entre semana por los horarios de apertura de este recinto en concreto).

 
Las colas que se formaban en el escenario a la espera de la codiciada dedicatoria

También el conseguir una carpa más grande para la zona de talleres, colapsándose sobremanera el sábado durante la realización de las sesiones de firmas en la misma (un acierto, por cierto, el cambio de ubicación de la sesión de firmas del domingo de la mañana de la zona de talleres al escenario, mucho más espacioso par realizar esta actividad tan deseada y perseguida por tantos aficionados).

La carpa donde estaba la zona de talleres, de juegos y de venta de originales

A pesar de estas pequeñas deficiencias, que uno entiende que se hubieran subsanado, repito, con más tiempo para replantearse y organizarse mejor por el repentino cambio de ubicación del Expocómic, este año para un servidor ha sido uno de los mejores Expocómics a la hora de conseguir la dedicatoria que un puñado de aficionados tan afanosamente buscamos. Continuando con el sistema tan acertado de los últimos años, un nº para un autor en concreto por día, podías conseguir facilmente la firmas del mismo a poco que decidieras madrugar para hacer cola, que según a que hora decidías acudir al Matadero por la mañana tendrías más opciones o no de conseguir mejor número para según que autor, siempre dependiendo de uno en este caso. Como uno ya va teniendo una edad y unos límites, esos madrugones que muchos aficionados se pegan y que merecen toda mi admiración y respeto (de las cinco o las seis de la mañana, o incluso antes), yo soy incapaz aún de hacerlos, por lo que cuando uno llegaba entre las 07:00 y las 08:00 para hacer la consabida cola, una cuarentena de personas (según el día) ya estaban los primeros de buena mañana. Y este año, llover no ha llovido, pero el frío a determinadas horas de la mañana (bajando de cero el termómetro) provocaba que mis pies se congelaran por momentos, aunque la buena compañía y compañerismo que se formaba hacía que el frío fuera más llevadero (como también ayudaba que entre semana abrieran el Matadero a las 09:00, pudiendo recuperarte del frío en el interior del edificios hasta las 10:00, que es cuando ya comenzaban a entregar los números a los aficionados). En cuanto las quejas de que había más o menos gente concentrada en la entrada al recinto (con las colas de los querían conseguir número y los que simplemente comprar la entrada), no creo que fuera para tanto, la verdad... mucha gente, eso sí, pero siguiendo un cierto orden, con calma y paciencia, y cada uno esperando su turno, todo se podía realizar sin ningún problema y con fluidez.

 
La cola que se formó el jueves por la mañana para conseguir el número de la sesión de firmas (dentro del recinto). Y la cola el domingo por la mañana fuera del recinto.

Autores de la talla de Simon Bisley, Ben Templesmith, Herb Trimpe, Tom Lyle, Michael Broussard, perfectamente acompañados de nuestros autores, veteranos de la talla de Max, Vicente Alcazar, Miguelanxo Prado, Manuel Sanjulián, Alfonso Azpiri, y jóvenes promesas como pueden ser Daniel Sampere, Pepe Larraz, Jorge Jiménez, Iban Coello, Bruno Redondo, Iñaki Miranda, Félix Ruiz, Javi Fernández, y de ya consagrados o casi como Salvador Larroca, David López, Agustín Padilla, José Villarrubia, Tirso Cons, Montse Martín, Teresa Valero, Óscar Martín, Santiago Valenzuela, Kenny Ruiz, Luis Royo, Victoria Francés, estuvieron contentando a los aficionados con un buen puñado de sesiones de firmas, consiguiendo por tanto, a poco que te lo propusieras, unos cuantos dibujos, muchos de ellos muy currados. Así da gusto.

 
Podéis ver aquí en diferentes sesiones de firmas a Tom Lyle, Herb Trimpe, Roger Bonet, Jorge Jiménez, Bruno Redondo, Montse Martín, Iban Coello, Iñaki Miranda, Max, Kenny Ruiz, Javi Fernández, Teresa Valero, Enrique V. Vegas, Tirso Cons

En cuanto a la presencia de más autores invitados durante estos días en Madrid, destacar como siempre las imprescindibles sesiones de firmas que se organizan en la Fnac Callao, siendo este año especialmente destacable por la cantidad de autores franco-belgas de la Bande Dessinée que trajeron, y donde los dibujantes de la joven Editorial Netcom2 fueron unos de los más destacados. Destacar por tanto el esfuerzo que han hecho desde la organización de estas Jornadas Comiqueras (que ya vimos algo similar en el pasado Saló del Cómic de Barcelona) por traerlos (a ellos y a más de cincuenta autores más de aquí), funcionando, como perfectamente pudimos comprobar todos los allí presentes, a las mil maravillas, estando los autores firmando hora y media más una vez ya había cerrado el centro al público general (cosa que es el primer año que veo y que posibilitó conseguir muchas firmas de las que en un primer momento teniamos previstas conseguir). Destacar los nombres, entre otros muchos más, de Frederik Peeters, Frank le Gall, Marc Jailloux, Régric, Marysa & Jean-François Charles, Miguelanxo Prado, Enrique Corominas, Santiago Valenzuela, Max, Miguel Brieva... (aunque eché en falta las firmas de un Marcos Martín, un Javier Pulido o un Pasqual Ferry, que solo fueron a la charla del día anterior y no estuvieron en la sesión de firmas del viernes. Por cierto, magnífico también que el sábado, después de la mesa redonda de "Autores europeos en la Bande Dessinée", se realizara otra sesión de firmas con estos autores). Lo dicho, una auténtica gozada de Jornadas Comiqueras este año... ¡¡¡que se repitan los próximos años, por favor!!!

 
La concurrida 4ª planta de la Fnac Callao el viernes. La mesa redonda del sábado "Autores europeos en la Bande Dessinée" y la posterior sesión de firmas.

En cuanto al apartado de las exposiciones, si yo si tuviera que quedarme con una, resaltar los magníficos originales de Victoria Francés de su última obra El lamento del oceano, o destacar los que se podían ver de un mito como es José Ramón Larraz de El valle de los hombres sin alma entre otros. También curiosa la obra expresionista y onírica del gran Josep Mª Berenguer, a modo de pequeño homenaje como editor de tebeos, ahora en su faceta de pintor, recientemente fallecido Y, como un año más, la Casa Sefarad también realizaba una muestra donde remarcaban en esta ocasión los estrechos lazos en dos culturas como la nuestra y la judía. Y curiosa y original instalación la que se podía ver en la explanada de Santiago Valenzuela, el último ganador del Premio Nacional de Cómic, donde hacía un recorrido de cada uno de sus ya conocidos personajes de Las aventuras del Capitán Torrezno. Lamento no haber podido ver la de "El divino cómic", que tenía muy buena pinta, pero lo ajustado de las actividades que uno quería ir (sesiones de firmas sobre todo) hace que uno no pueda estar en todo en eventos de este tipo, donde hay que interponer prioridades por encima de otras.


Entre las actividades que pudimos asistir, destacar la presentación del libro de las Memorias de José Ramón Larraz, publicado por Editores de Tebeos (que lamentablemente no tenían stand este año), y donde un octogenario autor, perfectamente secundado por Joan Navarro y Hernán Migoya, con una memoria envidiable a pesar de la edad, nos contó unas cuantas anecdotas de sus vivencias tanto en el séptimo como en el noveno arte.

 
Joan Navarro, José Ramón Larraz y Hernán Migoya en plena charla

Asimismo, desternillante el Pictionary que se organizó el domingo por la mañana en el escenario, donde dos autores del peso de Tirso Cons y Enrique V. Vegas se retaban, con las inestimable ayuda del público presente, en este conocidísimo juego de mesa. Un tête à tête entre un showman como es el gran Tirso Cons contra una voz profunda y cazallera de un intimidante Enrique V. Vegas.

 
Tirso Cons y Enrique V. Vegas en plena acción

Este año también ha sido uno de los más propicios para realizar compras en el salón, y aparte de agenciarme con algunos títulos en el stand de la ECC (gracias a David Fernández por el trato tan cercano dispensado en él), y otros títulos que eran novedad editorial y que compré para conseguir una dedicatoria, también me hice con unas cuantas gangas que fui encontrando por ahí, pero sobre todo en el stand de Mundo Fantasía, donde había un gran número de ofertas (rebajadas a más de un 50 %) que no me hubiera importado agenciarme (aunque me hubiera arruinado con el intento), y que finalmente piqué con algunas de ellas dejándome un dinero muy bien invertido.

 
Sesión de firmas con Simon Bisley, Ben Templesmith, Iñaki Miranda, Salvador Larroca, Óscar Martín, Neko, Max, Manuel Sanjulián, Tom Lyle

Aprovecharé también para destacar la presencia, cada año más evidente, del stand de Norma Editorial que conformó unas interesantísimas sesiones de firmas que dan mucho juego al salón, aumentando con ello la calidad del mismo, con la presencia cada año que pasa de más autores invitados en el mismo, para regocijo de los cazadores de dedicatorias o para los fans acérrimos de ciertos autores.

 
Sesión de firmas del Malefic Time Team y, al fondo, Michael Broussard

Como siempre, hacer mención a un montón de amigos que coincidimos de salón en salón, siempre las mismas caras, y que nos une una misma afición: el amor por los cómics. Saludar por tanto, aparte de los TraZeros que nos vemos también de salón en salón (Juanmi y Marian, Gonzalo y su hermano), al incombustible Juan Rojas (que haríamos sin tu juego de rotuladores), a Miguel Ángel y María Ángeles (por fin nos hemos puesto cara desde los respectivos blogs, y gracias infinitas por un par de guantes que seguramente me salvaron de la congelación en las gélidas mañanas madrileñas), a Javi Cuevas (vaya pedazo dedicatorias te agenciaste en Getxo), a Emilio (y sus magníficos Sanjulianes), al “picarescoDiego (algún día conseguirá esas dos Pícaras de Pacheco), al de "Xàtiva" (carne y uña de Bisley, que apunto estuvieron de vaciar una bodega “entera”), y a muchos más que les podría poner cara pero no nombre, lo que me disculparéis, ¿no?

 
Sesión de firmas en la zona de talleres con David López, Salvador Larroca, Daniel Sampere, Germánico, Agustín Padilla y Pepe Larraz

Para ir concluyendo ya esta crónica, insistir en las mejoras que seguro que tendrá en cuenta la organización de cara a la edición del año que viene, totalmente perdonable este año por la “putada” que fue a última hora del cambio de ubicación, a lo que hay que agradecerle a todos ellos también que, a pesar de las trabas e inconvenientes que les pusieron desde el ayuntamiento, consiguieron organizar un Expocómic más que (en todo momento estaban encima de los aficionados ayudándoles en todo lo que podían, así como organizando las sesiones de firmas de maravilla, intentando que comenzaran puntuales y, si no era así, alargando las mismas para que todos consiguieramos nuestras dedicatorias, como montando sesiones de firmas aparte con los autores que el primer día no pudieron llegar a tiempo a las mismas), repito, ha sido uno de los mejores y que mejor me lo he pasado en el plano personal. Por lo tanto, como ya lo podréis imaginar, el año que viene más... allí estaremos otra vez al pie del cañón.

Un saludo cordial.

5 comentarios:

Jonesy dijo...

Gran cronica!!!

El tema de los guantes fue puro interes. Imaginate que hay que amputar dedos...¿Quien actualiza esto? ;)

Fue un placer ponernos caras xD


etsamos en contacto!!

Juanmi dijo...

Lo comentados durante el Expocomic, pero si que nos lo hemos pasado bien este año. Matadero es un lugar que como bien dices, con unas salas a mayores sería el sitio ideal.
Además, nos hemos vuelto a casa con un montón de dedicatorias de una calidad excepcional.
Cada año que pasa hace de este salón una cita imprescindible y que aún llegará a más.
Muy buena crónica.

Carlos dijo...

EduXavi, gracias por ofrecernos esta estupenda crónica a los que no pudimos asistir, y por hacernos los dientes largos.
Saludos

EduXavi dijo...

Miguel Ángel:
Yo solo sé que el que estuvo apunto de amputarte un dedo fui yo... pero fue sin querer (¿evitarlo?)

Juanmi:
Desde luego este es uno de los salones de los que menos te habrás quejado... nunca te había visto conseguir tantas dedicatorias (con la inestimable ayuda de Marian, por supuestísimo)

Carlos:
Yo solo espero que dentro de unos meses seáis vosotros los que nos pongáis los dientes largos a todos nosotros anunciando los autores que van a ir a las II Jornadas de Cómic de Valencia... y cantera de jóvenes (y no tan jóvenes) talentos hay aquí para dar y tomar (como pude comprobar perfectamente en Madrid para mi regocijo coleccionista)

Jolan dijo...

Hola ExuXavi!

Lo primero, estupenda crónica! Se nota que lo pasasteis en grande y habéis conseguido muchas dedicatorias. La verdad es que por la parte de nuestros autores, es una gozada poder tenerles delante y conseguir sus dibujos e intercambiar unas palabras. A nivel internacional sí que he echado de menos mayor presencia, pero bueno, en este sentido ha habido años mejores y peores.

Sin embargo, discrepo respecto al emplazamiento de este año. No es que no sea bonito en sí y apto para actos culturales... pero en mi opinión, se queda pequeño para un Expocómic. Por primera vez he visto producirse inconvenientes, como las enormes colas, que nunca antes había presenciado en el salón de Madrid. Sin duda el celo impuesto por el ayuntamiento ha complicado las cosas este año, al limitar un aforo muy controlado de cerca. Pero en un recinto más grande este efecto, al menos, habría sido mucho menor. Por eso yo preferiría que no repitan en el Matadero, aunque el sitio pueda tener su encanto. Para mi gusto, las mejores opciones son el Pabellón de Cristal de los dos años anteriores o IFEMA (que es donde, eventualmente, acabará celebrándose y se zanjaran de una vez los problemas de espacio y apreturas). Por supuesto, exculpo a la organización de estos problemas, que bastante han tenido con lidiar con un marrón sobrevenido poco antes del comienzo del salón.

Saludos.